La visa E-2 permite que un inversionista extranjero de un país tratado (un país con el que Estados Unidos mantiene un tratado de comercio y navegación) sea admitido en los Estados Unidos cuando invierte una cantidad sustancial de capital en una empresa estadounidense nueva o existente.

La cantidad de tiempo que se puede otorgar una visa E-2 varía según el país y depende del tratado entre el país del inversionista extranjero y los Estados Unidos. Algunos países emiten visas E-2 por tan solo 3 meses, mientras que otros países permiten a los inversores extranjeros obtener una visa E-2 por hasta 5 años. Una visa E-2 se puede renovar y extender indefinidamente siempre que el inversionista extranjero continúe cumpliendo con los requisitos de la visa E-2.

Mientras la visa E-2 sea válida, el inversionista extranjero y sus dependientes pueden viajar libremente dentro y fuera de los Estados Unidos. Se les da el privilegio de vivir fuera de los Estados Unidos por un tiempo indeterminado ya que pueden entrar y salir cuando quieran.

Los dependientes de un inversor E-2 no necesitan tener la misma nacionalidad que el inversor para obtener una visa de dependiente E-2. Además, los dependientes E-2 pueden participar en estudios a tiempo completo. Solo el cónyuge puede trabajar en los Estados Unidos como dependiente.